Maud Stevens Wagner
Cómo no vamos a hacer un post en Desideratum sobre Maud Stevens Wagner?
Aquí te la presentamos!
1877 fue el año de nacimiento de una de las mujeres que han marcado un punto de inflexión en el mundo del tatuaje.
Un mundo que por aquel entonces se mostraba evasivo y reticente a aceptar la presencia de las mujeres. Maud Stevens Wagner nace en Kansas y se desarrolla como una prolífica artista circense y contorsionista. Hasta que conoce a uno de los artistas de tatuaje más reconocidos de su época, Gus Wagner. Comienza a tatuar de su mano, desarrollándose como artista de estilo tradicional y realizando sus tatuajes de forma manual sin recurrir al uso de máquina. Maud pasa a convertirse en la primera tatuadora profesional reconocida. Su paso por ferias, eventos y shows a lo largo del país norteamericano no dejó indiferente a aquellos que tenían la oportunidad de verla en acción.
Lovetta
Maud tatúa hasta su muerte (1961) dejando su legado artístico en manos de su hija, Lovetta, a quien instruye en el mundo del tatuaje. Lovetta comienza a tatuar a la temprana edad de nueve años a pesar de que, curiosamente, nunca tatuó su piel incluso después de llegar a convertirse en una exitosa y reconocida artista.
La presencia de Maud en el mundo del tatuaje de finales del s.XIX fue un detonante que rompió con prejuicios , terquedades y una malsana testarudez a reconocer la presencia de la mujer en el mundo del tatuaje. Trancó la opinión popular de la época que marcaba los cuerpos tatuados como cuerpos delincuentes, peligrosos e infractores. Maud Wagner se irguió como una mujer ambiciosa y pionera que luchó por labrarse un futuro y una carrera únicamente por y para ella misma. Desechó estigmas sociales y buscó reivindicar y reposicionar, en un camino hasta entonces solo transitado por hombres, el derecho de una mujer a marcar sus huellas.